La relación entre hermanos podría definirse como una relación “amor-odio”. Son las personas con las que más hemos peleado y discutido miles de veces, hemos renegado de ellos, los hemos ignorado, etc. pero los queremos como a nadie. Siempre van a estar ahí, más allá de todo y de todos. Son compañeros de vida, de recuerdos, de aventuras y, sobre todo, de momentos felices. Hay hermanos que no son de sangre, pero realizan la misma función; amigos, primos, vecinos, etc.
El pasado 5 de septiembre se celebró el Día Mundial del Hermano, y nos pareció una gran excusa para que todos vosotros nos presentéis a vuestros hermanos y hermanas y compartáis con nosotros alguna anécdota divertida.
María Blanco – Marketing
“Mis hermanos han sido y siempre serán una parte fundamental de mí. Tengo la suerte de compartir mucho con ellos y considerarlos mis mejores amigos. Aunque a veces me quejo de tener el síndrome de la mediana (Ruth es 2 años mayor que yo y Daniel 5 menor), estoy segura de que no sería la persona que soy ahora de no ser por ellos. Según cuentan mis padres, antes de que llegase Daniel nos dieron a elegir entre un hermano pequeño y un perro. Ellos dicen que elegimos el hermano. El pasado noviembre (y a pesar de que dije que no me haría nunca un tatuaje con alguien) nos tatuamos algo que nos representa a los 3 y una de nuestras aficiones en común.”





Silvia Sierra –Administración Bilbao
“Las comidas familiares siempre acaban con tema mecánicos: mi hermano porque se le rompe el coche, yo ya sabéis y mi hermana es mecánica de meterse debajo del elevador. En la última comida familiar, mi hermana acabó buscando un mando de luces. Yo soy la mayor, con mi hermano me llevo 15 meses, pero con la pequeña ¡15 años!”


Janire – Bilbao
“Os presento a mi hermano, casi 2 metros y 7 años menos que yo. Se llama Iñaki y se casa este próximo año 😊
Una anécdota que recuerdo con mucho cariño es que cuando nos peleábamos, siempre me decía: “Ahora me toca a mí.” Hoy en día, me dice: “¿Te acuerdas cuando de pequeños podías conmigo?” Ahora obviamente no, jajaja”


Ana maroto – Administración
“Os presento a mis hermanos Eduardo y David.
En mi caso soy la mayor de los tres. Nos llevamos muy poco tiempo entre nosotros ya que hemos nacido en años consecutivos. A David le llevo apenas dos años y medio, pero a Edu únicamente le saco 11 meses por lo que, durante un mes al año, tenemos la misma edad. Hemos compartido muchos momentos de niños y de no tan niños.
Ambos han logrado profesionalmente grandes logros. David en el sector de las nuevas redes de telefonía móvil en la zona Norte y Eduardo en el de la gastronomía. De hecho, Edu, que reside en Madrid, ha sido el artífice de la creación en la capital del restaurante más alto de España, de nombre ELKAR, cuyo significado en euskera es “juntos”. Es un impresionante proyecto que, tras muchos meses de trabajo, pudo ver la luz el año pasado y que ha logrado que la gastronomía vasca de altura tenga representación en la planta 33 de la Torre Emperador de la Castellana.
Estoy muy orgullosa de ellos, pero lo que sin duda es más importante para mí, es que ambos son grandes personas y puedo contar siempre con ellos para lo que sea. Soy muy afortunada por tenerles en mi vida.”


Beatriz Ordóñez – Marketing
“Siempre recordaré mi infancia repleta de disfraces, juegos inventados y diversión absoluta. Y todo gracias a mis hermanos: Marta, mi melliza, y Rafa mi hermano pequeño. Nuestra época favorita era el verano. Pero no solo por no tener que ir al cole, sino porque nos montábamos festivales caseros día sí y día también. Creábamos un escenario en el jardín y preparábamos espectáculos temáticos: un día éramos animales, otro día éramos cantantes, otro deportistas de élite… ¡Teníamos demasiada imaginación! Hoy en día, recordamos esas tardes de verano con mucho cariño y muchas risas.”



Marta Diez – Departamento comercial Burgos
«¿Qué tendrán los hermanos mayores que nos fijamos tanto? Yo tengo un hermano 4 años mayor que yo.
Cuando digo que me gustan las películas de acción (que, por cierto, me dicen que no suelen ser gustos de chicas, ¡Qué bobaba!) mis favoritas como las de Bruce Willis (La jungla de Cristal, cuantas veces las habré visto), Steven Seagal y su manera de pelear sin sudar, la música de los héroes del silencio, Bryan Adams, Roxette, Bon Jovi, etc. se lo debo a mi hermano (y creo que muchos vecinos opinan igual que yo, esa minicadena…). Me encantaban sus juguetes de playmobil, los videojuegos en el ordenador, chincharle y que viniera mi padre a regañarle (ventajas de ser la pequeña). Pero cuando nos hacíamos mayores, la diferencia de edad, que no era mucha, se notaba a la hora de relacionarnos. Yo quería seguirle, pero el me veía como la hermana pequeña. Más adelante, marchó a estudiar y a trabajar fuera y aunque no tuviéramos contacto a diario, siempre estaba ahí.
Ahora ya no se nota esa diferencia y cada vez que viene, le encanta estar con mi niña (su única sobrina y heredera universal, jeje) y pasar ratos juntos. Y cada vez que ponen alguna película de las nuestras, nos avisamos… “oye pon tal cadena que ponen La Jungla”, o “Voy a ir a tal concierto (vive en Madrid) de Bon Jovi, Roxette” y me llama para que lo oiga en directo yo también. Somos muy diferentes, pero esas pequeñas cosas en común me hacen ser la persona que soy hoy.»

Paulina Santos – Contabilidad
«He de reconocer que, al ser la pequeña, era la más trasto… yo era la que hacia las travesuras pero siempre la regañaban a ella. Cuando vivíamos en Ecuador, íbamos al mismo colegio, obviamente no al mismo curso… ya que nos separaban casi 10 años. Cuando entramos en el cole… y yo ya tenía uno 5 años y nos mandaban tareas para casa, ella siempre tenía que ir a mi clase a preguntarle a la tutora que tareas teníamos que hacer, el colmo de los colmos era que me los hacía ella y me pasaba las cosas a limpio para que no me regañaran ni mis padres ni en el cole… y yo siempre ensuciaba los cuadernos. Cuando no tenía goma para borrar, me chupaba el dedo y frotaba sobre lo que quería borrar y acababa haciendo un agujero… y encima la regañaban a ella. Siempre que le compraban algo yo se lo rompía o se lo manchaba y le decía a mis padres que me había pegado o me había hecho llorar para que la regañasen. Era la mejor hermana del mundo y aunque hayan pasado ya 22 años desde que dejó este mundo… los pocos recuerdos que tengo siguen estando presentes, aunque yo haya sido un demonio con ella. Siempre me protegía y le encantaba peinarme y a mi arrancarme los pelos. Dormíamos juntas siempre. Ella era la cariñosa y yo arisca como un gato… pero los polos opuestos se atraen. Hoy por hoy la echo de menos, pero sé que en algún momento nos encontraremos. Y que desde allí arriba me manda la fuerza que necesito.»



