El pasado 17 de diciembre nos trasladamos hasta Segovia con el fin de disfrutar de un fin de semana de reencuentros, desconexión y, sobre todo, mucha diversión. Entre las muchas actividades que teníamos previstas para ese fin de semana, sin duda, una de las más esperadas fue la fiesta de disfraces, que este año se desarrollaría bajo la temática “la cápsula del tiempo”. De esta forma, el sábado 18, el Club de Golf se convirtió en una auténtica pasarela donde nuestros compañeros desfilaron luciendo sus mejores galas.
A lo largo de la jornada, tuvimos el enorme placer de conocer Cleopatra, a Marty McFly y el científico Doc, la familia Addams, El Equipo A y a algún que otro miembro de la banda de los Peaky Blinders, entre otros muchos personajes célebres y pintorescos que anduvieron por allí aquella noche. No obstante, hubo un grupo de personajes que destacó por encima del resto gracias a la originalidad y la purpurina que desprendían sus atuendos: nuestras queridas Gema Calvo (Logística), Gemma Ureña (Servicios Centrales) y Noelia Castillo (Servicios Centrales), las cuales decidieron sorprendernos con un fantástico disfraz de mujeres futuristas. Para esta edición de la Newsletter, nos hemos puesto en contacto con ellas con el fin de que nos cuenten cómo fue el proceso de elaboración de tal idea.
En una etapa inicial, nuestras compañeras estuvieron valorando otra serie de ideas muy alejadas de proyectos futuristas: el movimiento hippie, la moda vintage… Sin embargo, en un momento dado, Noelia recordó tener un antiguo disfraz de marciana guardado. Cuando se lo mostró a sus compañeras, decidieron que este traje sería el punto de partida para la construcción de su atuendo de Navidad.
Gemma Ureña, que se enorgullece de ser una gran costurera y de haber confeccionado varios disfraces cuando sus hijas eran pequeñas, en un afán de sostenibilidad, decidió reutilizar los antiguos trajes de Noelia y customizarlos incorporándoles unas hombreras, un cinturón, estrellas y otra serie de elementos galácticos. Sin embargo, Noelia únicamente tenía dos disfraces, así que Gemma tuvo que construirse el suyo desde 0 de tal forma que fuese idéntico al de sus compañeras.

Una vez confeccionados los trajes, llegó el momento de preparar los detalles. En este paso, nuestras compañeras, cegadas por la inspiración, pusieron varias ideas sobre la mesa. Una de estas ideas fue que cada una de ellas portaría una peluca de un color diferente. Por otro lado, nuestras compañeras también diseñaron unas mascarillas de tela a juego con su disfraz, las cuales no tuvimos ocasión de ver debido a que el protocolo COVID para la fiesta únicamente admitía el uso de mascarillas FFP2. Sin embargo, estas ideas no eran suficientes para que Noelia y las Gemas garantizasen su victoria. Querían hacer algo realmente especial, equiparse con un comodín. Fue así como nació la idea de crearse su propia nave espacial.
En un inicio, nuestras compañeras querían construir una nave espacial en la que cupiesen las tres para ejecutar una gran performance una vez llegasen al Club de Golf. Sin embargo, el tiempo apremiaba, y la gran dimensión de la nave, así como la posibilidad de que esta se deformase en el transcurso del viaje a Segovia, impedía que pudiesen prepararla con mucha anticipación a la fiesta de disfraces. De esta manera, la misma tarde del evento, nuestras tres amigas se encerraron en una habitación del hotel con el objetivo de montar su nave espacial, dispuestas a labrarse el camino hacia el éxito.

A pesar de que, durante el desarrollo de esta jornada, nuestras compañeras atravesaron una serie de dificultades (no pudieron incorporarle flecos a la nave debido a que el pegamento, así como el peso extra de los flecos estropeaban la goma eva de la que estaba compuesta), finalmente salieron victoriosas de tan ardua empresa.
Una vez preparados los trajes y accesorios, era el turno de maquillarse. Nuestras compañeras tenían claro que todo el atuendo en su conjunto debía brillar, por lo que se decantaron por utilizar un eyeliner plateado, así como algunos brillantes adhesivos que se colocaron alrededor de los ojos.
Listas y monísimas, las Gemas y Noelia salieron del hotel dispuestas a ganar el premio, y… ¡Vaya si lo consiguieron! A pesar de que el nivel estaba muy alto y la nave espacial se había deformado un poco dentro del autobús, su esfuerzo y originalidad fueron premiados y apreciados por todos los asistentes.

Llegados a este punto, solo nos queda decir que estamos ansiosas por ver qué nos prepararán nuestras compañeras el año que viene. ¡Enhorabuena, chicas!