Celebramos el Día del Padre en residencias de la 3ª edad

Con el reciente Día del Padre aún fresco en nuestra mente, os traemos una reflexión que todo el equipo del Comité de Compromiso junto con dos voluntarias de central compartió el pasado 19 de marzo acudiendo a diferentes residencias de la tercera edad. Fue una experiencia verdaderamente conmovedora que nos gustaría compartir con vosotros.

El Día del Padre es una ocasión especial para celebrar el amor y la dedicación de aquellos hombres que nos han criado y acompañado a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, para muchos ancianos que residen en hogares de la tercera edad, este día puede ser un recordatorio de la soledad y el aislamiento que enfrentan.

La soledad en la tercera edad es un problema serio que afecta a millones de personas en todo el mundo, con consecuencias negativas para la salud física y mental. En el caso de los ancianos que viven en residencias de la tercera edad, esta soledad puede ser aún más pronunciada debido a la distancia de sus seres queridos y la falta de actividades sociales.

Conscientes de esta realidad, desde el Comité de Compromiso, decidimos celebrar el Día del Padre de una manera especial por segundo año consecutivo. Solicitamos la colaboración de todo el equipo Alquiber para escribir cartas de felicitación a los ancianos de diferentes residencias de la tercera edad en Madrid, con el objetivo de brindarles un pequeño momento de alegría y compañía en un día tan significativo.

Recibimos más de 50 cartas, acompañadas de dibujos y obras de arte llenas de entusiasmo y cariño por parte de nuestros empleados y sus familias. Este gesto no solo demostró nuestro compromiso con la comunidad, sino también el carácter solidario y humano de cada uno de vosotros.

Con todo preparado, nos dirigimos a las residencias para entregar este bonito detalle junto con un perfume para que pudieran celebrar este día tan especial. La sorpresa y la alegría en los rostros de los ancianos al recibir nuestras cartas y regalos fueron verdaderamente conmovedoras.

Cada anciano tenía una historia única y especial detrás de ellos, y tuvimos el privilegio de conocer un poco más sobre sus vidas y experiencias. Desde aquellos que se enfrentaban a desafíos de salud hasta los más longevos llenos de vitalidad, cada uno nos enseñó lecciones valiosas sobre la resiliencia y el valor de la familia y el afecto.

Esta experiencia nos dejó con el corazón lleno y nos recordó la importancia de compartir nuestro tiempo y afecto con aquellos que más lo necesitan. Aunque quizás no esperaban nuestra visita, esperamos haberles llevado un momento de alegría y compañía en un día que podría haber sido difícil para muchos de ellos.

Gracias a todos los que participaron en esta bonita iniciativa. ¡Sigamos buscando oportunidades para marcar la diferencia en la vida de los demás y construir un mundo más solidario!