Conoce a: Pinky y su historia como futbolista profesional

En Alquiber nos gusta romper las barreras entre las delegaciones y queremos ser lo más accesibles y cercanos posibles a cada uno de los empelados creando una visión común de todo lo que ocurre en la compañía. Podríamos decir que este es el objetivo principal de la Newsletter, acercar y generar un vínculo entre todos. Por ello, hoy os traemos la gran historia que hay detrás de nuestro compañero José García Juárez, más conocido como Pinky.  

Si hay algo que ha marcado la vida de Pinky es el fútbol. Desde los 14 años hasta los 33 estuvo trabajando como futbolista profesional en grandes equipos españoles. Desde la cantera del Real Madrid, pasando por el Lérida y el Sabadell, hasta el Numancia.  

Pinky en el Numancia

Su pasión por el deporte comenzó en el colegio, donde tan solo podía jugar al balonmano porque solo disponían de instalaciones para practicar ese deporte. Era un gran jugador y según nos cuenta Pinky, su profesor le insistía para que se apuntase a un equipo de balonmano, pero su verdadera pasión y lo que realmente le llenaba era el fútbol. Cada tarde a la salida del colegio, cogía su balón y se iba con amigos a echar un partido de futbol.  Pinky admite que uno de sus referentes cuando era pequeño en el mundo del fútbol fue Johan Cruyff, ejemplo de constancia, trabajo duro y profesionalidad.  

Cuenta que entró en el equipo de fútbol de su barrio llamado Juventud Madrid (al que también perteneció su hijo). Destaca este año de su vida como uno de los más bonitos porque descubrió su verdadera pasión. El equipo que tenía era muy bueno para ser “de barrio”, llegaron a ganar el título de campeones de liga y del primer torneo Príncipe de Asturias infantil que se disputaba en Madrid. 

A lo largo de ese año hizo las pruebas para la cantera del Real Madrid, el Castilla C. La misma semana que le hicieron las pruebas, coincidió con que su equipo del Vallecas disputaría un partido contra el Castilla C, donde vencieron con un resultado de 6-0 para ellos, lo que hizo saltar las alarmas de los entrenadores y fue una gran razón para ficharlo. 

Empezó con 14 años su trayectoria como futbolista de media punta centrocampista, sin saber que llegaría a jugar en grandes equipos españoles. Como nos estaba contando, lo ficharon en los juveniles del Real Madrid, donde tuvo la posibilidad de demostrar su valía ascendiendo así hasta el Castilla, la cantera del Madrid. Pinky nos cuenta que por aquel entonces dar el gran salto de jugar en el Castilla era muy complicado, pero que gracias a su esfuerzo lo consiguió y comenzó a jugar como futbolista profesional. Estuvo un año en el equipo y se trasladó a Lérida para hacer la mili en el año 1982, donde jugó en el Lérida dos años. En el 1985 regresó a Madrid y volvieron a ficharlo dos temporadas más en el Castilla. Compartió campo con grandes del fútbol como Lopetegui, Sánchez Clemente, Martos o Valdenebro.  Tuvo de entrenadores a figuras como Amancio, Del Bosque, Grande y Santi Esteban. 

Gol del Castilla en el Bernabéu

Como todos sabemos, pasar a primera división es un logro muy importante y complicado en el mundo del fútbol profesional. Sin embargo, en 1987 Pinky fue fichado por el primer equipo del Sabadell. Nos cuenta que esos dos años que pasó en Sabadell fueron preciosos, no solo por pasar a primera, también por poder vivir el ambiente del fútbol de primera mano junto a jugadores como Butragueño o Manzanedo. Recuerda esos años como una época muy bonita e impresionante de su vida. Una anécdota que recuerda con mucha ilusión es que fue el autor del gol definitivo que eliminaría al Betis de la copa y pasarían a cuartos de final contra el Real Madrid. Viviendo en Sabadell, lo entrevistaron varias veces en la televisión donde Pinky explicó toda su trayectoria profesional y las previsiones de futuro que le esperaban en el equipo. 

Artículo periódico sobre el gol de oro de Pinky contra el Betis

Foto de equipo Sabadell 

Recorte periódico Sabadell

Pasados dos años, Pinky se pasó al equipo de los rojillos, al Numancia. Asegura que estos seis años marcaron su vida por completo siendo el Numancia el club de su vida y donde más ha disfrutado el fútbol. La radio de Soria se hacía eco de las hazañas del club y de Pinky todas las semanas. 

Pinky y su hija después de un partido con el Numancia

Fue en el año 96 cuando dejó el fútbol profesional y volvió a su ciudad natal, a Madrid, para comenzar su nueva vida. Años más tarde, comenzó a trabajar en Alquiber, justo cuando la compañía empezó sus andaduras en la capital. Sin duda, Pinky fue el gran fichaje de Alquiber, no solo por su profesionalidad y su disposición a hacer que la empresa sea mejor, sino por su humildad y su bondad.  

El pasado sábado 11 de febrero se volvió a poner los colores del Numancia y jugó un partido con los veteranos del club contra el equipo de veteranos del Getafe. Compañeros de Alquiber fueron orgullosos a animar a Pinky, quién demostró sus habilidades en el campo a pesar de haber estado años sin tocar un balón. Admite que le costó un poco a nivel físico, pero que le encantaría entrenar más a menudo. 

Pinky con su cromo