Conoce las mejores técnicas para conducir de forma eficiente.

Hoy en día, el transporte es uno de los principales responsables de la alta contaminación presente en la atmósfera. Según datos ofrecidos por la Agencia Europea del Medio Ambiente, en 2019 el transporte fue el causante de más del 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, de las cuales el 72% correspondían con el transporte por carretera. Ante la gravedad de este escenario, cada vez adquiere mayor importancia la necesidad de aplicar técnicas de conducción eficiente.  

Pero ¿en qué consiste esto de la conducción eficiente? Se trata de un estilo de conducción cuyo principal objetivo es reducir la contaminación ambiental y, al mismo tiempo, lograr un bajo consumo en combustible. Además, entre otras muchas ventajas, también contribuye a mejorar el confort durante la actividad, así como a disminuir los riesgos en carretera, incrementar la seguridad vial y disminuir el gasto económico. 

Con el fin de que puedas aprovecharte de todos los beneficios derivados de esta práctica, desde los departamentos de Marketing y Calidad hemos querido proporcionarte las siguientes claves para conducir de manera eficiente: 

  1. Arranque y puesta en marcha del vehículo: No es necesario pisar el acelerador cada vez que arrancamos el vehículo. Si lo hacemos, solo conseguiremos que el coche consuma combustible inútilmente.
  2. La primera marcha: Debemos emplear la primera velocidad únicamente al inicio de la marcha. Una vez hayan transcurrido un par de segundos o hayamos recorrido 5-6 metros, procuraremos cambiar rápidamente a la segunda marcha.
  1. Anticipar los cambios: Tenemos que acelerar de forma progresiva, sin pisar el pedal a fondo. Lo recomendable es cambiar la marcha entre las 1.500 y las 2.500 revoluciones en vehículos de gasolina; y entre las 1.300 y las 2.000 revoluciones en vehículos de diésel.
  2. Utilizar marchas largas: Es importante emplear marchas largas a bajas revoluciones durante el mayor tiempo posible, ya que esto ayudará a que el vehículo consuma menos combustible.  
  3. Velocidad constante: Debemos buscar la fluidez en la circulación evitando, a toda costa, acelerar o frenar bruscamente. Procuraremos conducir a una velocidad lo más uniforme posible. De esta manera, acotaremos el desperdicio de carburante y energía. 
  4. Moderar la velocidad: A menor velocidad, menor consumo de combustible. 
  5. Anticipación y previsión: Resulta fundamental mantener una buena distancia de seguridad con el fin de anticiparse a posibles imprevistos. Guardar una distancia de seguridad suficiente posibilitará que no tengamos que emplear los frenos y, por tanto, disminuirá el número de aceleraciones posteriores a las frenadas. Esto contribuirá a que nuestra conducción sea mucho más eficiente y segura. 
  6. El freno motor: En las deceleraciones, es aconsejable levantar el pie del acelerador y permitir que el coche ruede con la marcha puesta. De esta forma, el motor actuará como freno y no habrá consumo alguno. 
  7. Pendientes: En las pendientes ascendentes es recomendable retrasar (en la medida de lo posible) la reducción de marchas y acelerar levemente. Por otro lado, en las pendientes descendientes es conveniente levantar el pie del acelerador y circular en marchas largas, permitiendo que el coche ruede por su propia inercia (siempre y cuando esto no suponga ningún peligro). No obstante, bajo ningún contexto debemos bajar una pendiente con el vehículo en punto muerto, pues además de incrementar el consumo de carburante y la contaminación, también resulta altamente peligroso. 
  8. Otros consejos clave:
  • Evitar el exceso de carga: El peso extra puede incrementar el consumo de combustible hasta un 40%. 
  • Planificar la ruta con antelación: Un navegador en rutas desconocidas te ahorrará vueltas innecesarias. 
  • Tráfico: Procura evitar los atascos y emplear rutas alternativas. 
  • Neumáticos: Una presión adecuada de los neumáticos evitará sobregasto de combustible.
  • Vigilar el mantenimiento: Un coche en óptimas condiciones mecánicas contribuye a que la conducción sea segura y eficiente.
  • Calefacción: Las lunetas térmicas, la calefacción y, sobre todo, el aire acondicionado incrementan el consumo hasta un 25%. 
  • Las ventanillas: Es recomendable subir las ventanillas. Las ventanas bajadas aumentan la resistencia al avance y suponen un consumo extra del 5%.