Tips para ahorrar combustible en trayectos largos.

Verano es una estación de emociones fuertes, de sentimientos a flor de piel; un periodo de aventuras y experiencias vitales. Pero, sobre todo, el verano es la estación de los viajes y de  los largos trayectos en carretera. Y es que se calcula que el periodo estival es la época en la que la mayoría de los conductores particulares realizan aproximadamente la mitad de sus kilómetros anuales. 

Este año, con el precio de los combustibles disparado, ahorrar combustible durante los trayectos largos no solo supone una ventaja para la eficiencia de nuestros vehículos y para el medioambiente, sino que también será una excelente noticia para nuestros bolsillos. Para ayudarte a conseguirlo, en este artículo hemos desarrollado una serie de trucos para la conducción que, bien aplicados, optimizarán enormemente tu consumo de gasolina o diésel: 

Peso y reparto de cargas: En los trayectos más largos, resulta inevitable no llevar más peso de lo habitual. Sin embargo, siempre podemos prescindir de algunos kilos de más dejando objetos que no vamos a utilizar, como es el caso de las cadenas de invierno durante los trayectos de verano. Además, con una colocación adecuada del equipaje (las piezas más pesadas deberán ir en el maletero, en la parte de abajo y pegadas a los asientos traseros, mientras que las ligeras deben ir encima de estas, asegurando siempre una buena visibilidad por la luna trasera) se puede conseguir que un coche de tamaño medio ahorre hasta un 6% de combustible. Con cada 100 kg de peso extra, el consumo de gasolina a los 100 km recorridos aumenta, de media, medio litro. 

Aerodinámica y aire acondicionado: La aerodinámica del vehículo se ve comprometida especialmente en los viajes de verano: recurrir a apoyos para llevar equipaje, como la baca, hace que aumente hasta un 10% el consumo de combustible y bajar las ventanillas para combatir el calor hace que el viento entre en el vehículo, produciendo una mayor resistencia al aire. De este modo, su apertura o cierre deberá adaptarse a cada trayecto, ya sea en ciudad o por carretera. En una autovía, a gran velocidad, se consume más combustible con las ventanillas bajadas que utilizando el aire acondicionado. 

Presión de los neumáticos: Aunque los neumáticos siempre deben ir hinchados con la presión indicada por el fabricante por seguridad, las condiciones climatológicas también deben tenerse en consideración (por ejemplo, con mucho frío el neumático necesitará un poco más de presión). Conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares por debajo de la recomendación hace que el consumo aumente hasta un 2% en áreas urbanas y un 4% en las interurbanas. Por tanto, se trata de uno de los elementos que influye directamente en el consumo del vehículo.  

Conducción eficiente: Para ahorrar combustible durante los trayectos largos también es importante mantener un ritmo relajado y constante, sin forzar grandes velocidades y evitando movimientos bruscos. Debemos procurar buscar fluidez en la circulación, evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario: circulando a más de 20 km/h con una marcha insertada y sin pisar el acelerador, el consumo de carburante es prácticamente nulo. Además, resulta aconsejable arrancar el motor del coche sin pisar el acelerador – en los motores de gasolina se puede iniciar la marcha inmediatamente después del arranque, mientras que en los motores diésel es recomendable esperar unos segundos –; usar la primera marcha solo para iniciar el movimiento, cambiando a segunda a los dos segundos o tras aproximadamente seis metros de trayecto; y apagar el motor cuando se pueda: al ralentí, el coche consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora. 

Planificación del viaje: Revisar periódicamente el vehículo garantiza seguridad y ahorro, especialmente antes de enfrentarse a un viaje largo en el que pueden surgir multitud de imprevistos. Planificar cada trayecto suele indicar una llegada a nuestro destino más rápida, fácil, segura y económica. Si un viaje de una hora nos lleva diez minutos más de lo necesario, puede producirse un aumento del consumo en gasolina o gasoil de hasta un 14%. Esto no implica que haya que obsesionarse con minimizar el tiempo de llegada: debemos respetar siempre los límites de velocidad y conducir de forma segura.