Del 20 al 24 de octubre, volvimos a ponernos en marcha junto a la Fundación A La Par y Alkora para celebrar la quinta edición de nuestra iniciativa solidaria de Responsabilidad Social Corporativa, «Cuando Hace Falta Moverse».
Cinco años después de aquella primera aventura, esta edición ha vuelto a recordarnos por qué este proyecto es tan especial: caminar juntos, superar límites y compartir experiencias que nos transforman.
El reto de este año nos llevó nuevamente por el Camino de Santiago, recorriendo más de 60 kilómetros junto a un grupo de jóvenes con discapacidad intelectual de la Fundación A La Par. Durante el trayecto, compartimos risas, esfuerzo y momentos de emoción que quedarán grabados para siempre.
El objetivo, como cada año, fue mucho más que llegar a la meta: fue demostrar que cuando hace falta moverse, lo importante es hacerlo juntos.




El clima volvió a ponernos a prueba, pero ni la lluvia ni el cansancio pudieron con las ganas y la energía del grupo. Etapa a etapa, desde Melide hasta Santiago de Compostela, los peregrinos avanzaron con determinación, recordándonos el valor de la constancia y el poder del trabajo en equipo.
El momento más emocionante llegó al alcanzar la Plaza del Obradoiro, donde celebramos la llegada lanzando globos con mensajes y deseos escritos por los chicos y chicas de la Fundación. Fue un instante de alegría y orgullo compartido que simbolizó todo lo que este viaje representa: esperanza, ilusión y superación.
En esta quinta edición, además del equipo de la Fundación, nos acompañaron compañeros de distintas áreas de Alquiber, así como Pinky y Javier Somolinos al volante, que una vez más hicieron posible que la experiencia transcurriera con total seguridad y buen humor.




Cada participante aportó su granito de arena para que todo saliera perfecto. Y lo más bonito es que, un año más, los verdaderos maestros fueron ellos, los jóvenes de la Fundación, que nos enseñaron la importancia de disfrutar del camino, valorar lo sencillo y no rendirse nunca.

